Decorar nuestro cuerpo no es nuevo, tiene muchos años de historia. Las prácticas tradicionales del tatuaje y el piercing se remontan a civilizaciones muy antiguas.
Hoy, desde nuestro estudio de tatuajes en Madrid, damos la vuelta al mundo a través de las tradiciones de sus diferentes culturas.
Prácticas tradicionales de tatuaje y piercing
Actualmente los utilizamos como expresión de individualidad, pero los tatuajes y los piercings tienen profundas raíces en la espiritualidad y los marcadores sociales de cada región del planeta.
1.- Polinesia
- Sus tatuajes son de los más antiguos y complejos que existen.
- Reciben el nombre de tatu y su proceso es sagrado.
- Narra la historia de la persona, su linaje, sus logros y su conexión espiritual.
- Māori (Nueva Zelanda): los moko faciales representan la identidad, la familia y la posición social.
- Samoa: el pe’a es para hombres y el malu para mujeres. Reflejan fortaleza y servicio a la comunidad.
2.- África
- Los piercings y las modificaciones corporales evidencian la pertenencia a un grupo, el estatus social o el paso a la adultez.
- En Etiopía, las mujeres de la tribu Mursi, llevan platos labiales que simbolizan belleza y estatus.
- En otros muchos pueblos se realizan escarificaciones, que son marcas en la piel que indican valentía, madurez o logros personales.
3.- India
- Es muy común el piercing en la nariz, en la fosa izquierda, pues se relaciona con la fertilidad y la facilidad del parto, asociándolo a la diosa Parvati.
- En el sur del país son comunes los pendientes de las orejas, que se perforan mediante la ceremonia del karnavedha. Tienen una función similar a la de la acupuntura.
4.- Asia
- En países del sur como Tailandia y Camboya, los tatuajes tienen una tradición milenaria como amuletos protectores.
- El tatuaje Sak Yant lo realizan monjes y maestros, contiene inscripciones que protegen y atraen la buena suerte de quienes los portan.
5.- América del norte y del sur
- En estas culturas indígenas americanas, las prácticas tradicionales de tatuaje y piercing están asociadas con la espiritualidad y la conexión con la naturaleza o con los dioses.
- En el Ártico, las mujeres Inuit se tatuaban líneas en la cara para marcar acontecimientos de sus vidas como el matrimonio o la maternidad. Actualmente se ha recuperado esta tradición.
- En América del Sur, los Mayas realizaban perforaciones en la lengua y otras partes del cuerpo a modo de ofrenda de sangre a los dioses.
En otras muchas culturas, decorar el cuerpo con pinturas es muy habitual, aunque no lo consideremos un tatuaje exactamente, pues no tienen condición de perpetuidad.
Las prácticas tradicionales del tatuaje y el piercing son un recorrido muy interesante por la historia desde sus orígenes hasta nuestros días. Cada vez que nos hagamos un nuevo tatuaje, estaremos rindiendo homenaje a los pueblos y culturas que comenzaron a adornar su cuerpo siglos atrás.