Llevo cerca de ocho años tatuando, pero creando desde que tengo uso de razón. Siempre me ha fascinado el arte corporal, desde los rituales tribales hasta las grandes obras maestras. Estudié Bellas Artes y, sin buscarlo, el tatuaje se convirtió en mi camino. Mi inspiración viene de la naturaleza, el arte clásico y la fusión entre lo tradicional y lo moderno, combinando realismo e ilustración en cada pieza. 

Lo que más disfruto de este oficio es transformar ideas en diseños únicos e irrepetibles, piezas que trascienden y superan las expectativas. Para mí, tatuar no es solo marcar la piel, es una experiencia compartida, un momento íntimo entre el artista y la persona que confía en él. En cada sesión hay risas, conversaciones, reflexiones… y ese ritual es lo que hace que cada tatuaje tenga un significado más profundo. 

Aunque puedo trabajar diferentes estilos, mi especialidad son los tatuajes de gran tamaño y a color, así como los realismos en pequeño formato. 

Si tienes una idea en mente, estaré encantado de convertirla en arte sobre tu piel. ¡Nos vemos en el estudio!